carta - 20 años de G.U.(2002)

carta por los 20 años de Gomensoro(2002) - escrita por Alejandro Niski

Les confieso que estuve varios días pensando y repensando en que decir. Ya que tenía que ser algo que fuera representativo, pero que además resultara original. Que fuera suficientemente trascendente pero que no llegara a ser demasiado grandilocuente.

Es decir el exacto punto medio lugar de muy difícil acceso. Pero no se me ocurría nada que estuviera a la altura de este maravilloso acontecimiento. Además tenía la preocupación adicional de pensar si lo diría espontáneamente o si me armaría un discurso para leer. Como verán opté por lo segundo, con el fin de decir algo más ordenado y para no caer en las mismas cosas de siempre, aunque por lo que van a escuchar no pude lograr ni lo uno ni lo otro.

Pero bueno. Seguí intentando.

Para inspirarme me puse a releer los números viejos del Gomensoro News, a ver si encontraba alguna idea o punta para desarrollar. Y la verdad es que no encontré nada nuevo, cosa bastante esperable si uno relee cosa viejas. Pero lo que si encontré fueron algunas claves para explicar este fenómeno que se llama Gomensoro. Encontré que esto que hoy vivimos no es fruto de la casualidad sino es algo que fue forjado de manera consciente; bueno eso por todos los conscientes, ya que en la historia gomensora ha habido unos cuantos inconscientes. Pero les decía, volviendo a lo serio que en las páginas del News, encontré que es cierto aquello de que uno juega mejor con sus amigos. Que un equipo de hombres que se respeten y se quieren es invencible. Y si no lo es, es mejor compartir la derrota con los amigos que la victoria con los extraños. Y nosotros sabemos de eso porque en estos 18 años, en lo estrictamente deportivo hemos perdido mucho más de lo que hemos ganado, pero eso no nos ha impedido seguir juntos.

Encontré que en las páginas del News entre chistes y polémicas intrascendentes, entre comentarios de partidos, había parte de mi historia personal. De la mía y de la de todos nosotros, todas entretejidas con la excusa de hablar de fútbol. Y pensé ,que raro fenómeno era este que había permitido que varias personas diferentes, con actividades disímiles, mantuvieran las ganas de reencontrarse. Deduje que tenía que haber algo más que un interés deportivo detrás de esto. Que debía tratarse de un sentimiento profundo que nos permite alegrarnos al encontrarnos y que se refleja en cada domingo o en cada reunión.

Y para muestra les voy a leer un pedazo de un editorial que escribió Pato en el 86, que en aquel momento podía parecer demasiado trascendente para lo que era, pero que hoy 14 años después parece una premonición.

Decía:

“Porque este equipo tiene ahora dos partes: cuerpo y alma. El cuerpo es lo físico, un simple conjunto de jugadores y de carnets, que los domingos se reúnen, seleccionan 11 y salen a una cancha, . Nada más, nada menos. Pero después de ahora también existe otra parte intangible, que une esas manifestaciones físicas, y les da coherencia. Hay todo un sentimiento que une a esas partes, y que les da una razón de ser. Ahora si estamos en condiciones de aspirar a grandes cosas. Tenemos un estímulo extra que las meras ganas de vencer al rival para no herir un orgullo más o menos desarrollado. Ahora jugamos por defender una camiseta que queremos, y eso es más fuerte que una pretemporada y tres prácticas semanales. Ahora si podemos sacar eso que tenemos agarrado a nuestros huesos y que es lo mejor de nuestro ser”. Esto decía Pato hace 14 años.

Hoy estamos en la gloria, llegamos a la A, y debemos festejarlo con todo. Más si pensamos que hay muchísimos equipos incluso más viejos que nosotros que nunca alcanzaron tal privilegio y otros que desaparecerán sin lograrlo, pero este logro se termina el primer domingo del próximo campeonato.

Por eso mi mayor alegría es la de saber que a pesar de los resultados, no importa en que divisional , el Gomensoro seguirá existiendo para cumplir aquello de que este no es el equipo que heredamos de nuestros mayores sino el que estamos cuidando y manteniendo para nuestros hijos.